¿Puede un arquero campeón del mundo, con ofertas latentes y un deseo manifiesto de marcharse, terminar quedándose en el mismo club casi por casualidad? Esa es la historia de Emiliano “Dibu” Martínez y su inesperada continuidad en el Aston Villa, una trama que atravesó rumores, desencuentros y un mercado de pases que no ofreció la salida soñada.
El deseo de partir y las oportunidades que no llegaron
Durante todo el mercado de pases, Martínez dejó en claro a la dirigencia del Aston Villa que su intención era cambiar de aire. El arquero argentino, pieza clave en la consagración de la Selección en Qatar, veía con buenos ojos un salto hacia un equipo con mayores aspiraciones internacionales. De hecho, en el último partido de la temporada pasada frente al Tottenham, sus gestos de despedida hacia la afición hicieron pensar a todos que el adiós estaba escrito.
Pero los destinos más firmes nunca terminaron de cerrarse. Arabia Saudita y Turquía no lo seducían, mientras que el Atlético de Madrid desistió por la continuidad de Jan Oblak. La gran oportunidad parecía estar en Manchester United: conversaciones desde enero, promesas de titularidad y hasta el guiño de Lisandro Martínez a los directivos. Sin embargo, todo se diluyó cuando los “Red Devils” hicieron apenas un intento de cesión rechazado por Villa, y luego apostaron por otro arquero en el tramo final del mercado.
El cierre de mercado y la necesidad de recomponer vínculos
La tensión alcanzó su punto máximo en los últimos días. Martínez no fue convocado en el partido ante Crystal Palace, lo que alimentó rumores de inminente salida. Sin embargo, el cierre del libro de pases fue categórico: United cerró a Senne Lammens y el argentino quedó en Birmingham. Pasó la jornada de deadline en el centro de entrenamiento esperando un llamado que nunca llegó.
Ahora, con la ventana cerrada y al menos hasta enero como jugador de Aston Villa, el desafío para Martínez es otro: recomponer la relación con sus compañeros, con el técnico Unai Emery y con la afición. Apenas un año atrás había renovado contrato hasta 2029 prometiendo pelear por títulos con el club. Hoy, tras una novela que desgastó vínculos, deberá reinsertarse en la dinámica del equipo y recuperar la confianza de todos, en especial de los hinchas que alguna vez lo vieron como símbolo de ambición y compromiso.