ruben-amorimRúben Amorim, la cara de la derrota en el actual proceso del Manchester

Manchester United se ha caracterizado históricamente por su grandeza, popularidad y por contar siempre con los mejores jugadores. Con una época dorada bajo las ordenes de Sir Alex Ferguson, como lo dice una de sus banderas: “Lo hemos ganado todo”.

Sin embargo, desde la partida en 2013 del director técnico escocés, la realidad del equipo ha sido totalmente lo opuesto desde hace más de diez años. El club vive una profunda crisis que más allá de algunos títulos aislados, se acentúa con el paso del tiempo.

Se ha intentado por diferentes vías; entrenadores de todo tipo, jugadores de renombre, jóvenes apuestas, pero nada ha podido ocupar el vacío de la partida de Sir Alex. Entonces, ¿Por qué el Manchester United no hace más que fracasar? Intentaremos explicarlo poniendo todos los componentes encima de la mesa.

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Bruno Fernandes, el último estandarte de esperanza que tiene el Manchester United (Foto: Getty Images)

La selección de entrenadores, un problema de raíz en el Manchester United

Lo más habitual cuando deportivamente las cosas no van bien en un equipo, es cambiar la dirección técnica del club. Muchas veces sucede por resultados adversos que se originan en un agotamiento del vínculo plantel-entrenador, que llevan a la cúspide a cambiar quien lleva el timón. Más allá de si es lo correcto o no, también este tipo de decisiones se basan en lo contractual; es más fácil cortar un contrato que el de varios jugadores. Pues bien, luego del paso de diez entrenadores desde la partida de Sir Alex, entendemos que la crisis del United va más allá de un entrenador u otro.

El actual DT, Rúben Amorim, llegó con grandes expectativas luego de su muy buen trabajo en Sporting Lisboa. Arribó al club luego del paso de Erik ten Hag, quien ganó dos títulos (Carabao Cup y FA Cup) pero que en el final de su ciclo pecó de malas decisiones deportivas y, sobre todo, malos resultados que lo llevaron a ser cesado. Con la temporada ya comenzada y con un plantel que no fue conformado por el técnico portugués, el United culminó la anterior campaña como la peor (y por mucho) de su historia en la liga inglesa. Y es que el club más laureado del torneo doméstico inglés, cerró la temporada en la 15° posición.

Algo que en situaciones normales, sería el despido del entrenador y de varios futbolistas. Pero el club decidió confiar en Amorim por lo demostrado en su anterior equipo y porque había tenido algún destello de buen fútbol (ganando frente a Manchester City y llegando a la final de la UEFA Europa League). El comienzo de temporada, con la llegada de nuevos futbolistas (Matheus Cunha, Bryan Mbeumo y Benjamin Sesko) y con una buena imagen en los partidos de preparación, hacían sentir al seguidor del United que esta campaña sería el comienzo de la reconstrucción del club o por lo menos, una participación más decente que la pasada temporada.

Pero por el contrario, los primeros cuatro partidos oficiales, no han sido otra cosa que una extensión del mal momento del club. Ha cosechado cuatro de nueve puntos en los primeros tres partidos de Premier League e inauditamente, quedó fuera de Carabao Cup en segunda ronda frente a Grisby Town de la Cuarta Categoría inglesa.

De por sí, el United no suele disputar esta ronda de la Copa de la Liga ya que, al participar en competencias europeas con asiduidad, ingresaba al torneo en Tercera Ronda. Pero con un rival casi amateur, era casi imposible un traspié. La eliminación movió todos los cimientos del club y con la temporada apenas dando sus primeros pasos, el United y Amorim se encuentran sumergido en una profunda crisis que podrían llevar a la salida del entrenador luso en caso de otro papelón.

Mucha inversión pero, ¿poca jerarquía?

Quienes protagonizan el juego y son las principales figuras, son los futbolistas. Ha sido enorme la cantidad de jugadores que han pasado por el club en los recientes años, muchos llegando por cifras descomunales y también con argumentos desde lo futbolístico.

Pero al parecer, la camiseta del United pesa y cuando les toca, no han podido demostrar. Casos como Antony (comprado a Ajax por 100 millones de euros) y finalmente cedido a Real Betis por su bajo nivel, son una constante en el club.

Se ficha por mucho dinero a jugadores que quizá no están preparados para representar al equipo más grande de Inglaterra. En la plantilla actual se encuentra André Onana, quien llegó a Manchester a cambio de 90 millones de euros proveniente de Inter de Milán. Llegó para ocupar el lugar de De Gea y siendo finalista de Champions con los italianos. La realidad es que hoy no demuestra nivel para estar en el club, protagonizando bloopers insólitos.

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André Onana en el centro de las críticas tras su actuación frente al Grimsby Town (Foto: Getty Images)

Entonces, ¿la responsabilidad es de los directivos o de los propietarios del United?

Más allá de la parte futbolística, que ha ido cambiando con el paso de los años, hay un común denominador que ha sido lo único sin cambiar desde la partida de Ferguson: los propietarios.

Quienes toman las decisiones son la Familia Glazer, unos magnates que adquirieron el club a comienzo de los 2000. Han sido responsables de negocios inauditos e inexplicables como las compras de jugadores por cifras descomunales que no las justifican desde lo futbolístico.

Se han realizado manifestaciones a lo largo de los años por parte de los hinchas del club para que vendieran a la institución pero no cedían terreno. Esto cambió hace dos años con la llegada de Sir Ratcliffe. Un magnate británico que adquirió una porcentaje del club y pasó a ser el encargado del área deportiva. Siendo propietario del grupo INEOS, que maneja a varias instituciones deportivas a lo largo y ancho del mundo, su llegada era esperanzadora para llegar a un cambio. Contrató a gerentes deportivos como Omar Berrada (ex director deportivo de Manchester City) y a Dan Ashworth (ex director deportivo de Newcastle). Pero sus llegadas tampoco lograron revertir la profunda crisis del club.

¿Qué le sucede al Manchester United? ¿Hay algo más allá de simples decisiones mal tomadas?

Luke Shaw, defensor británico que forma parte del equipo hace más de diez años, declaró a principio de temporada que hace años se respira un mal ambiente dentro del club. Una energía llena de negativismo que rodea a todo el United y que parecía estar cambiando al comienzo de esta temporada.

Sea lo que sea, deportiva o espiritualmente, algo debe cambiar en el Manchester o sino el fracaso será mayúsculo. Ya quedó por primera vez en su historia cerca de puestos de descenso, y en esta campaña, aún teniendo solo la actividad doméstica, ya da indicios de que todo sigue igual podría a volver a pelear en la zona baja de la Premier peligrando un descenso a Championship.

Se debe cambiar y ya para evitar que eso suceda y que la imagen del club más popular y ganador de Inglaterra no siga sido vapuleada por el mundo el fútbol.

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